8.9.03

Pajeando mástiles

Pues no, una séptima no es una medida de cerveza...

No me cabrean, tampoco me dan pena, la verdad es que no dedico más tiempo que el que tardo en escribir estas lienas en pensar en ellos... vaya panda. Creen tocar el cielo con sus guitarras Fender stratocaster del 1700 antes de cristo, ibanez SRG-500 miligramos, sus Gibson Les Paul a 2 gigaherzios y, cómo no, sus indispensables pedales de distorsión "mega power death iron metal" (a ser posible a juego con el color de la guitarra y el tono de los clavijeros y puente Fly Rose de sus bellas y amadas guitarras. No merece menos atención el amplificador, cuanto más pequeño es el guitarrista, más grande es éste. No me pregunteis porqué, son cosas de la naturaleza y la psicología gestáltica: cuestión de compensar deficiencias.

Y, ¿para qué? Obviamente no para innovar en el campo musical. Lejos de innovar, ni siquiera para ofrecer "algo de calidad" a los que, tal vez en un futuro les escuchen, no. Esto es la "música" narcisista. "Yo toco para mí", lógico, ¿a dónde vas con un ampli que pesa más que tu padre y tú juntos? y, ¿a quién vas a deleitar con sus power chords, a Julieta?. Nada hombre... cada uno dedica su tiempo a lo que cree oportuno, pero a veces, en lugar de joder al vecino con el ampli (ese que pesa más que tu padre y tú juntos) tal vez sería mejor bajar al bar y tomarte, porqué no, una séptima... ¿te imaginas que te la sirven?

Saludos cordiales ; ))