27.3.10

Sigo viva

Jelou pipol!

Ayer a las 5 de la tarde empezaron mis vacaciones. Yuju! Ya era hora porque este trimestre parecía interminable.

Aunque de lo que tengo verdaderas ganas es de que lleguen las vacaciones de verano y perder unas cuantas cosas (y personas) de vista. ¿Conocéis esa frase de "qué ganas tengo de echarte de menos" ? Pues eso... -_-u

En fin, que en todas partes cuecen habas y demás refranes pero yo estoy de las habas y los gases intestinales que generan un tanto harta ya.

Hay momentos en la vida en que te ves con fuerzas para comerte lo que te echen (y no hablo ya de las habas, o sí, pero en sentido metafórico, vaya). Pero vamos, que ahora mismo no es el caso y miedo me da el "acto" de adjudicaciones de este verano (lo entrecomillo porque el tal acto ya ha dejado de existir, ahora es todo "por el interné").

Ya hace dos años pasé por mi peor experiencia laboral de la cual ya aprendí lo mío. Y mientras aprendes este tipo de cosas (por si no lo sabéis, el conocimiento SÍ ocupa lugar) vas perdiendo otras como la ingenuidad o la inocencia que te hacen pensar que las personas son todas buenas y simpáticas porque te sonríen por los pasillos o te echan una mano (que a veces no sabes si es al cuello).

En fin, sí, estoy desencantada. Pero no con mi trabajo, que lo adoro, sino con lo que le rodea: apariencia, hipocresía, fachada, foto. Mientras de puertas para fuera todo sea bonito, no importa que el interior esté podrido.

Lo malo es que yo estoy en el interior y, a mí, sí me importa.