Un prestigioso diplomático finlandés, al que le preguntaron durante una cena cómo había llegado a ejercer su profesión, contestaba: “Quería ser maestro, pero no logré superar los exámenes de entrada y terminé siendo diplomático.”
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La educación está mal.
Y no sólo eso: va de mal en peor.
Como todo el mundo, tengo mi opinión al respecto. Y a eso vengo, a plasmarla aquí, a compartirla y a que me contéis qué opináis vosotros.
En lo que llevo de profesión como maestra (si no me equivoco, desde 2004) han cambiado las leyes educativas no sé cuántas veces (otras tantas durante la carrera).
Las he leído todas y oye, no están mal. De hecho, están muy bien. Vaya, que podrían hasta ser estupendas.
¿Y entonces? ¿Qué falla?
Pues lo de siempre: €€€€€€€
No voy a entrar en detalles como profesores de apoyo, compensatoria para alumnos inmigrantes, aulas de integración y demás "recursos materiales, personales y espaciales" que requieren una inversión que NO SE HA HECHO A PESAR DE ESTAR CONTEMPLADA EN LA LEY.
De donde no hay, no se puede sacar (o eso pretenden hacernos creer).
Pero bueno, no toda la educación son leyes. Al fin y al cabo, la ley "no imparte clases".
Las impartimos los maestros.
¿Cómo?
Pues como podemos, la verdad. Nuestra formación (y hablo obviamente por mi promoción y seguro que por algunas más) no es que sea deficiente, es que es "lo siguiente". Decepcionante. Con deciros que yo aprendí más en una sesión de clase en la academia de oposiciones que en los años de carrera... alucinante.
Algo tan básico como métodos de lecto-escritura, ni olerlo. O como clases de oralidad, hablar en público, cuidar nuestra voz (algo BÁSICO), nada.
De psicología sí estudiamos, relacionado con los niños. Ahora, de los desafíos psicológicos a los que nos vamos a tener que enfrentar día a día con alumnos y padres, nada.
Y no es una tontería. De hecho no hay más que leer estadísticas de porcentajes de bajas por depresión en diferentes profesiones: nos llevamos la palma. Y no me extraña. Para trabajar en esto tienes que tener una paciencia, templanza, serenidad y ganas de buen hacer que en muchos casos hay que sacar de no se sabe dónde.
Cuando me dicen que de qué nos quejamos con las vacaciones que tenemos (comentario que, por no explayarme, me parece SIMPLISTA) sinceramente me cabrea. Más que nada porque quien te la dice es el típico padre-madre que "no aguanta a su hijo ni 3 horas al día" (más que nada porque lo tenemos nosotros 8 horas) o "no puede con él" (y nosotros podemos con él y con los otros 27 fieras que tenemos en el aula). Hay que añadir el "inconveniente" de que tiene que "comerse con patatas" a su hijo durante Julio y Agosto.
Pues chico, qué quieres que te diga. Los seres vivos nacemos, crecemos y morimos. Lo de reproducirnos es opcional. Así que, si no puedes cuidar de tus hijos... mejor no los tengas. Que ya hay bastantes desgraciados en el mundo.
Pero volviendo al tema, creo que la parte psicólogica del profesorado es muy importante. Tu forma de hablar, de actuar, de decidir, de tratar, de solucionar marca a los niños. De hecho, un estudio (puedes leer aquí sobre él) afirma que "un mal profesor puede menoscabar los genes inteligentes del alumno".
Como en todas las profesiones, (médicos, taxistas, dependientas) hay gente muy válida, profesional y agradable y todo lo contrario. El colectivo docente no es una excepción pero no por ello deja de parecerme muy grave que un/una desequilibrado/a esté 8 horas diarias al mando de la formación y la educación de un niño/a. Y os aseguro que, por desgracia, hay más de uno/a. Me parece gravísimo.
Pero oye, es que para ser maestro lo que te piden es que "vomites" un temario de tropecientas páginas en un exámen y expongas la programación didáctica que te pasó la vecina la noche anterior porque como ni siquiera pensabas aprobar la primera parte... no la habías hecho.
Y luego otra: cuántos más años lleves "trabajando", más puntos. Da igual que hayas trabajado bien, mal o te los hayas pasado de baja por depresión.
¿Esta es la selección de profesorado "deseable"?
A mi parecer, son varios los factores que hacen de la educación española un fracaso. Seguramente me dejaré alguno (como el odio-envidia-nosécómollamarlo que tiene alguna gente hacia los profesores) pero, en resumidas cuentas, es un cúmulo de despropósitos el que nos lleva a estar como estamos:
Trabajando más horas que los profesores finlandeses (que tienen los mejores resultados de la EU) y estando a la cola en calidad educativa.
¿Y vosotros qué opináis?
Nos leemos en los comentarios (espero).
Besos y cosas, pa quien los quiera.
Yo solo se que ser profesor no es poner tornillos en una cadena, ya que no hay dos personas iguales.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, en algunas cosas punto por punto.
ResponderEliminarAhora, como lo arreglamos? Está claro que con lo que hemos ido votando hasta ahora no, votando cosas diferentes, no lo se, a las malas (ostias, palos y piedras hasta que se acojonen y nos tomen en serio?) quizás.
Besos y ánimo.
es lamentable y, cómo están las cosas, parece que la educación va a seguir siendo algo "secundario" durante algún tiempo cuando es en lo que más habría que invertir, y no sólo dinero, si queremos salir de donde estamos...
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