18.7.09

Como la trayectoria transparente de una bala

Hola gentes y demás seres de este submundo.

Con tanto ajetreo en los alrededores de mi cueva no he tenido más opción que pasar el máximo tiempo posible fuera de ella. Ahora que la cosa parece que empieza a alejarse, a veces hasta se puede sentar una a leer un poco sin miedo a que librerías, lámparas y demás objetos no sujetos con hormigón armado puedan desparramarse sobre su cabeza que, si bien no es gran cosa, es la única que tiene.

Ando a cuestas con el libro "Sauce ciego, mujer dormida" de mi querido y ya afincado (en mis estanterías) Haruki Murakami (al paso que escribe este hombre voy a tener que montar un "loft" en la estantería sólo para sus libros).



Os traigo un fragmento de uno de los relatos que recoge este libro. El título del susodicho es "La tía pobre":

No tengo la menor idea de por qué un domingo como aquél una tía pobre, precisamente, tuvo que robarme el corazón. A mi alrededor no había ninguna tía pobre, ni siquiera había nada que me sugiriera su existencia. Pero, a pesar de ello, la tía pobre llegó y se marchó. Fue sólo durante unas centésimas de segundo, pero estuvo en mi corazón. Y al marcharse dejó atrás un extraño vacío con forma humana. Una sensación parecida a cuando alguien pasa un instante por debajo de tu ventana y desaparece. Tú corres a la ventana y te asomas hacia fuera. Pero allí ya no hay nadie.
¿Una tía pobre?
Tras echar otra mirada a mi alrededor, alcé la vista al cielo. Había llegado y se había ido. Las palabras habían sido absorbidas por aquella tarde de domingo como la trayectoria transparente de una bala. Los principios siempre son así. En un momento determinado, todo existe; un instante después, todo se ha perdido.


1 comentario:

  1. Parece un libro o autor para los que les gusta soñar.
    A veces demasiado de algo bueno....

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