Esta noche se puede decir que me estré como soprano. Al fin, tras diez años cantando de tenor, he dado el salto de octava. Ha sido y está siendo, como volver a aprender a cantar. Como el que toda su vida ha escrito con una mano y un buen día intenta escribir con la otra. Un registro nuevo que me está costando sudor y lágrimas domar y dominar.
Ésta ha sido una noche de sentimientos encontrados. Os la cuento en "momentos":
El momento suerte: llegar al centro y aparcar cerca de la sala del concierto en menos de diez minutos.
El momento relax: llegar al ensayo general antes que el dire.
El momento torpe: tomarme un helado antes del ensayo y llegar un pelín tarde.
El momento desastre: comprobar que la voz no me respondía como esperaba.
El momento cabizbajo: cuando el dire nos ha metido la bronca del quince a las únicas dos sopranos que estábamos en ese momento (faltaban 4 más, justo las que tienen más experiencia).
El momento aburrimiento-desesperación-resoplidos: esperando al Rector para poder comenzar el concierto ¬_¬.
El "momento": la sala llenita hasta los topes, nosotros más firmes que unos cirios, esperando la señal para abrir las carpetas y empezar a vibrar.
El momento chachi: comprobar que mi voz ya respondía (si es que con el calorcito humano se canta mejor) mientras cantábamos "Las cuatro y diez" de Aute.
El momento mosqueo: cuando una compañera ha empezado a darme codazos sin motivo pues yo estaba cantando lo que yo tenía que cantar (que no era lo mismo que lo que cantaba ella y supongo que por eso los codazos).
El momento mosqueo (segunda parte): ¿más codazos? ozú... que tu pentagrama es el de arriba y el mío el de abajo -_-
El momento morriña: ains, cuando me he largado de sopranos para cantar "La Bikina" con mis queridos tenores (recordando viejos tiempos, sonrisas cómplices, voces que vibran en la misma sintonía, "empastadas" que se dice por aquí).
Los momentos de película: cantando "Moon River" y "Grabriel's Oboe".
El momento místico: sentir como tu corazón late a plena potencia y el alma se te escapa por la boca en forma de Música cantando "Al Vent" de Raimon.
El momento emocionante: sentir cómo aflora una lágrima mientras apuras el último aliento cantando "Te Quiero" de Benedetti y más en el día del 17ª aniversario de boda de nuestro dire, con su mujer delante.
El momento final: el cálido y generoso aplauso y las felicitaciones del público.
El momento "subidón": la enhorabuena del dire !^_^!
El momento final-final: los canapés y el vino de honor en el ático de la sede, desde el que hice la foto que encabeza esta crónica.
; )
Besos y cosas (cantarinas),
AL.
Y todo esto, ¿dónde dices que sucedió?
ResponderEliminarEn Alicante, sede universitaria : )
ResponderEliminar¿Por?
Felicidades y enhorabuena, señora sopratenora. Casuelmente hoy he estado viendo una entrevista con el director del Teatro Real, hablando sobre ópera.
ResponderEliminarSaludos.
Curiosidad.
ResponderEliminarMe quedo con un Te quiero desafinado al principio pero igualmente emocionante. A mí me gustó, qué quieres que te diga? Aiss, los pelos como escarpias!
ResponderEliminarBravo bravo bravo!!
ResponderEliminarSe te ve feliz :D
Saludos!!
mooooolaaaaaa!
ResponderEliminaryo me lo paso mu bien en mi coral, aunque seguro que tu eres toda una experta (yo llevo poquillo)
me alegro de que fuese tan bien
saludos
Pues ya no iremos el domingo a cantarle al Papa como estaba previsto. Vaya por dios... un finde libre... oh... XD
ResponderEliminarBueno, seguro que lo ocupo con algo para mitigar el vacío existencial que me ha causado tan repentina cancelación : p
Besos y cosas, cosas,
AL.